martes, 17 de julio de 2007

Quienes somos los masones

Las asociaciones de francmasones (obreros libres de la construcción) aparecen en las obras de las catedrales y monasterios medievales. Estos obreros libres, en una época dominada por el vasallaje, se reúnen en organizaciones solo accesibles a los iniciados, en las que se trasmitían los conocimientos propios del oficio.
Pero además de los conocimientos técnicos, en estas organizaciones, bajo el simbolismo constructivo se trasmitían también unas ideas de perfección personal y social. Se trataba no solo de construir el templo material en el que trabajaban, si no también de construir el "TEMPLO DE LA HUMANIDAD", para lo que era necesario tallar las piedras (indivíduos) de forma adecuada.
La enseñanza impartida en estas logias incluía conocimientos científicos y filosóficos provenientes de las sociedades iniciáticas de la Antigüedad, (Sociedades egipcias, Pitagorismo, Hermetismo... ).
Algunas personas inquietas se acercaron a estas logias interesados por la riqueza cultural que en ellas había y por su espíritu de libertad, siendo aceptados en ellas. Este proceso de aceptación de personas ajenas a la profesión se generalizó a partir del siglo XVI, dando lugar a la figura de los "masones aceptados".
Finalmente, a partir del siglo XVII, van apareciendo logias exclusivamente especulativas a medida que desaparecen las logias de maestros constructores a causa de las transformaciones producidas en las técnicas constructivas.

La Francmasonería o Masonería es un tipo de organización social con fines filosóficos y filantrópicos cuya organización de base son las logias, las cuales, a su vez, pueden estar agrupadas en torno a una estructura superior que suele denominarse "Gran Logia" o "Gran Oriente".
La "Francmasonería Universal" puede ser considerada más como un ideal que como una realidad unitaria, ya que a través de la historia han existido, y actualmente existen, diversidad de organizaciones masónicas y de tendencias doctrinarias que tienen puntos en común pero también notables diferencias entre ellas.

Los puntos en los que suelen coincidir todas la organizaciones masónicas son:

Su finalidad, que es el perfeccionamiento del ser humano y de la humanidad.
Los principios humanistas de libertad, igualdad, fraternidad y tolerancia, entre otros.
La utilización, como mecanismo educativo, de símbolos basados en herramientas de la construcción.
El ingreso mediante una ceremonia de iniciación.
La organización gradual, en la cual los grados de aprendiz, compañero y maestro, son comunes a todos los sistemas masónicos.
Su carácter reservado o discreto, aunque, en determinadas épocas y lugares, adoptó carácter secreto por motivos de seguridad.

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