miércoles, 12 de marzo de 2008

¿ES COMPATIBLE SER MASÓN Y CATÓLICO?


En España hay alrededor de 3.000 masones. Una cifra muy baja si se compara con EE UU o Gran Bretaña, donde el cargo de Gran Maestre lo ocupa siempre una miembro de la Familia Real. José Antonio Ferrer Benimeli acumula más de cuarenta años investigando a esta organización.
-En 1983 un grupo de radicales le quemó su despacho y el trabajo de 15 años tras su intervención en un congreso. ¿Hay más libertad ahora para hablar de Masonería?
-Nunca tuve problemas para hacerlo, ni siquiera en la época de Franco, aunque mi primer libro, en 1965, fue retenido tres años por la censura. Eso sí, en mis conferencias siempre había un policía que tomaba nota de todo para dárselo al ministro de Justicia.
-¿Cuánto hay de leyenda y cuánto de realidad en la Masonería? ¿Se ha mitificado demasiado?
-Sin duda. España era un país antimasón cuando ésta ni siquiera existía. En los países anglosajones, por ejemplo, pertenecer a esta institución es un 'timbre de gloria'.
-Pero aquí se le ha llegado a tachar de secta satánica.
-Cuanto mayor analfabetismo y desconocimiento del tema, mayores disparates se dicen. La definición de secta es 'falsa religión'. La Masonería no es una religión y, por tanto, no puede ser una secta, es una asociación como muchas otras. Su secreto es que no tiene secreto. He investigado sus archivos, sus bibliotecas particulares, he participado en sus congresos y nunca he tenido ningún problema. Pocas organizaciones tienen tanta transparencia.
-¿Cuál es la postura actual de la Iglesia Católica?
-Desde el punto de vista jurídico, la Masonería no está excomulgada. En el nuevo Código de la iglesia ni siquiera se la menciona. Además, es compatible ser masón y católico.
-La gente está muy interesada en conocer qué personajes públicos pertenecen a esta institución...
-Sí, siempre me preguntan si Zapatero es masón.
-¿Lo es?
-Que yo sepa no, pero no pasaría nada si lo fuera.
-Algunos medios de comunicación han asociado al Gobierno con la Masonería.
-En este país se utiliza el termino 'masón' como desprestigio del adversario político, pero ¿qué más quisieran los masones que estar vinculados al Gobierno!
-Entonces, la percepción de esta organización como una sociedad secreta que controla el poder fáctico ¿es errónea?
-Todo eso es falso.
-Tras cuarenta años dedicado a esto, ¿le han propuesto alguna vez ser masón?
-Muchas, y siempre he dicho que no. Amo demasiado la libertad y, además, los conozco demasiado (risas). No me atrae para nada, no lo necesito para mi vivencia personal, es sólo un objeto de estudio.
-Pero ha recibido muchas acusaciones de ser filomasónico.
-Eso lo dicen algunos escritores como César Vidal, pero muchos masones me atacan por el lado contrario. Cuando estás en una zona fronteriza las tortas te llegan de los dos lados. Ciertos fanáticos creen que si no piensas como ellos estás contra ellos.
-¿Cuál es la función de la Masonería en el siglo XXI?
-Esa pregunta se la hicieron ellos mismos en 1902. Llegaron a la conclusión de que mientras siga habiendo en el mundo injusticias, guerras o esclavitud, la Masonería tendrá razón de ser. Y el mundo no ha cambiado mucho.